Cinco razones para pertenecer a los Cadetes de la República

1ra razón: Inspirar disciplina ciudadana
El principio de la disciplina dio vida a los Cadetes de la República. Para don Pedro Albizu Campos la disciplina militar era esencial, pero más lo era una disciplina superior que el ser humano debía imponerse a sí mismo. Si no había disciplina no había grandeza en el ser humano y quien no interesaba someterse a ella, era una persona condenada a la esclavitud. En gran medida, Albizu adjudicaba la falta de disciplina en el pueblo puertorriqueño al intento de los Estados Unidos para mantener a los puertorriqueños divididos y peleándose entre sí con el propósito de restarle importancia a la resolución del estatus colonial.
"Los grandes hombres son sobre todo los grandes disciplinados, los grandes economistas de su energía, los sabios de su utilización de su energía, los grandes sabios en cuanto a la penetración de su inteligencia. Y esto hay que decírselo a un pueblo como este, sin disciplina, dividido, porque lo más terrible que ha hecho Estados Unidos es romperle su disciplina, romperla de cuajo, matarla hasta tal punto que si a este pueblo se le llama a hacer una obra cualquiera no sabe qué responder", dijo, en un discurso ofrecido en septiembre de 1932 en Bayamón, durante la campaña eleccionaria de ese año.
2da razón: Demostrar tu orgullo y amor patrio
Es sumamente importante para los Cadetes de la República el reconocimiento y honra de la nacionalidad puertorriqueña. Esto sólo puede lograrse reconociendo que nuestra patria está esclavizada y poniendo en acción nuestro deber de luchar por su liberación. Dijo Albizu:
"Si vosotros no tenéis conciencia de los que es ser puertorriqueños; si vosotros no sabéis lo que representa una patria libre, soberana e independiente; si vosotros no os sometéis a las disciplinas severas que se impongan para eso a un pueblo o a una raza, no podréis nunca con ninguna cantidad de millones en número, establecer el reconocimiento de vuestra propia dignidad ciudadana, ni mucho menos de la dignidad ciudadana de la Patria". (Ver Gutiérrez del Arroyo, Isabel. Pedro Albizu Campos o la agonía moral, San Juan: Editora Causa Común, 2000, p. 79)
3ra razón: Servir de ejemplo a la juventud
Los Cadetes de la República se convierten en el vehículo para crear ciudadanos responsables, comprometidos con la Patria, capaces de transmitir con su ejemplo la grandeza de profesar y luchar por el derecho sagrado de la Libertad. Albizu llamó a quienes lucharon por la liberación nacional "inmortales de nuestra tierra", "luminarias de nuestra patria". Ellos son la lumbre del camino hacia la Libertad y a los Cadetes de la República les corresponde iluminar las mentes esclavizadas de nuestro Puerto Rico para encaminarlas hacia la emancipación.
4ta razón: Proteger a la Nación Puertorriqueña
Para los Cadetes de la República la patria se protege honrándole, siendo ciudadanos ejemplares, comprometidos con la nación puertorriqueña, educando a otros para que salgan de las tinieblas de la esclavitud que nos impone el imperio y rescatarla hacia su Libertad: el valor supremo.
"El nacionalismo no es meramente la reintegración de las tierras a manos puertorriqueñas, ni la salvación de su comercio y de sus finanzas; es la nacionalidad en pie para rescatar su soberanía y salvar a este pueblo para los valores superiores de la vida". (Discurso Pedro Albizu Campos, 15 de octubre de 1930, Ponce)
5ta razón: Honrar el derecho sagrado de la Libertad
La libertad de nuestra patria es la razón de lucha de los Cadetes de la República. Mediante el activismo NO violento, los Cadetes de la República colaboran en la creación de nuevos puertorriqueños capaces de superar el coloniaje impuesto por el imperio, conscientes y orgullosos de su puertorriqueñidad, comprometidos con su Patria y con el derecho sagrado y supremo de la Libertad. Dijo Albizu:
"Libertad-… la visión de lo eterno, la visión de su dignidad, lo más preciado en la vida del hombre, sin lo cual nada valdrá nada para él. ¿De qué vale a un prisionero en un calabozo todos los manjares,… toda la tierra que le dejan pisar… y si los barrotes de su calabozo son de oro o son de diamantes, de qué valen, si no tiene libertad? (sic.)" (Discurso don Pedro Albizu Campos, 23 de septiembre 1949, Lares)